Nadie puede ser ayudado si no quiere que lo ayuden

Esta frase surgió en una conversación de alguien que me llamó para que ayudara a otra persona.

Muchas veces vemos que alguien está destruyendo su vida, podemos observar claramente que va directo al barranco y en nuestro afán de servir y de ayudar, que viene intrínseco en cada uno de nosotros, hacemos cosas creyendo que es lo mejor para esa persona, que cuando haga lo que nosotros le decimos va a mejorar.

No nos damos cuenta que a lo mejor, posiblemente, tal vez, maybe, quizás, lo que le está ocurriendo es justamente lo mejor que le puede ocurrir, lo que requiere para un cambio profundo y definitivo en su vida, ese evento que finalmente lo llevará a la verdadera transformación y que si seguimos interviniendo no lo logrará. Una de las cosas que más entorpece el avance y los procesos concienciales es no respetar el libre albedrío de los otros (sea cual sea el rol que representa para cada uno).

Esto se hace muy presente en los padres e hijos, cuando en nuestra posición (de padres) creemos que tenemos autoridad para decidir por nuestros hijos, me refiero a hijos adultos, mayores de edad y con cédula que pueden cargar con las consecuencias de sus propias decisiones, o en las parejas que creen que el otro tiene que hacer lo que el otro dice para que todo funcione.

La desesperación de ver a alguien que eligió destruirse puede llevarnos a irrespetarlo, sin embargo, posiblemente es un paso necesario para reconstruirse y convertirse en “el mejor SER que puede ser”. Podríamos colocarnos en una posición de verdadera ayuda y preguntarle por ejemplo: ¿Qué quieres hacer? ¿Cómo te puedo ayudar? ¿Te gustaría ser ayudado?

Con amor
Edora

5 comentarios en “Nadie puede ser ayudado si no quiere que lo ayuden”

  1. Esta lectura hay que recordarla siempre, cuantas veces de manera consciente o inconsciente hemos irrespetado al otro por nuestro afán de ayudar sin tomar en consideración la decisión del otro. Gracias por ayudarnos una vez más a poner los pies sobre la tierra

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